Sunday, June 25, 2006
UN PASEO TUTRÍSTICO
Usualmente pasear por nuestra propia ciudad no suele darnos la consideración de estar realizando una excursión turística. Tan acostumbrados a ver las mismas calles, los mismas casas y los mismos edificios, hace, que todo sea parte de lo habitual y (ergo catalejo) no es usual pasear por tu ciudad, pero (afina el catalejo) si le descubres a tu ciudad un nuevo recoveco de incursiones, pues vale la pena salir a la aventura y transitar ese nuevo espacio nunca recorrido.
Por ende tu ciudad se convierte en (si le antepones un nuevo catalejo) otra, y pues, hay que verla con ojos distintos, desde otras perspectivas, otros puntos de vista. Así la aventura de pasear se hace interesante. Esa es también la aventura de redescubrirte.
Faunos de fauna infausta, todo depende de cristal con que se mire (qué dirá quien brahma)
En este barrio de beodos
Un piropo te adelanto
Que mientras te miran todos
Yo te admiro el sacrosanto.
Así podemos orbitar por nuestra ciudad y recorrer sus venas, digo sus arterias, somos sus leucocitos, sus glóbulos blancos (también de los rojos), el plasma son los ríos que la recorren y los grifos de agua, son los poros desde donde exuda la ciudad.
Hoy recorrí la mía, en ella solía cruzar un puente alto y alegre desde donde se ve el río a cierta distancia. Pero ahora que estamos con ese puente en reparación, y, en la necesidad de atravesar el río, como todo ciudadano, bajé por un caminito peatonal abierto a propósito de dicha reparación, caminito de polvo o “caminito amigo” como el tango, y, desde allí el puente centenario, imponente, majestuoso, puente antiguo y fuerte que hace algunos años contuvo un alud y casi hubo que dinamitarlo para que el mismo no arrasara y sepultara más casas. Allí me detuve a recordar esos hechos, mientras unas aguas rojinegras discurrían con un hedor terrible y me dije esta vena está gangrenada, pero no puede ser extirpada de este cuerpo (esta ciudad) por tanto necesita que hagamos algo (todos) los glóbulos de todos los colores para desinfestar esta zona. Luego me puse a pensar en las muchas necesidades que existen en esta nuestra ciudad, y, mi paseo turístico, pasó a ser un paseo tutrístico meditando un meditado qué priorizar aquí y qué priorizar por más allá…
Jesús Vega Príalé.
¶ 10:02 AM
ORBITANDO LA PALABRA.
Usualmente pasear por nuestra propia ciudad no suele darnos la consideración de estar realizando una excursión turística. Tan acostumbrados a ver las mismas calles, los mismas casas y los mismos edificios, hace, que todo sea parte de lo habitual y (ergo catalejo) no es usual pasear por tu ciudad, pero (afina el catalejo) si le descubres a tu ciudad un nuevo recoveco de incursiones, pues vale la pena salir a la aventura y transitar ese nuevo espacio nunca recorrido.
Por ende tu ciudad se convierte en (si le antepones un nuevo catalejo) otra, y pues, hay que verla con ojos distintos, desde otras perspectivas, otros puntos de vista. Así la aventura de pasear se hace interesante. Esa es también la aventura de redescubrirte.
Faunos de fauna infausta, todo depende de cristal con que se mire (qué dirá quien brahma)
En este barrio de beodos
Un piropo te adelanto
Que mientras te miran todos
Yo te admiro el sacrosanto.
Así podemos orbitar por nuestra ciudad y recorrer sus venas, digo sus arterias, somos sus leucocitos, sus glóbulos blancos (también de los rojos), el plasma son los ríos que la recorren y los grifos de agua, son los poros desde donde exuda la ciudad.
Hoy recorrí la mía, en ella solía cruzar un puente alto y alegre desde donde se ve el río a cierta distancia. Pero ahora que estamos con ese puente en reparación, y, en la necesidad de atravesar el río, como todo ciudadano, bajé por un caminito peatonal abierto a propósito de dicha reparación, caminito de polvo o “caminito amigo” como el tango, y, desde allí el puente centenario, imponente, majestuoso, puente antiguo y fuerte que hace algunos años contuvo un alud y casi hubo que dinamitarlo para que el mismo no arrasara y sepultara más casas. Allí me detuve a recordar esos hechos, mientras unas aguas rojinegras discurrían con un hedor terrible y me dije esta vena está gangrenada, pero no puede ser extirpada de este cuerpo (esta ciudad) por tanto necesita que hagamos algo (todos) los glóbulos de todos los colores para desinfestar esta zona. Luego me puse a pensar en las muchas necesidades que existen en esta nuestra ciudad, y, mi paseo turístico, pasó a ser un paseo tutrístico meditando un meditado qué priorizar aquí y qué priorizar por más allá…
Jesús Vega Príalé.
¶ 10:02 AM
