Saturday, July 21, 2007
ORBITANDO LA PALABRA
LA ISABELINITUD Y EL PARAMO DE PEDRO.
Es cierto, el personaje que da título a la novela de Juan Rulfo, es Pedro Páramo, pero la referencia acude por lo que significa el páramo por donde transita Pedro. Pedro es un alumno disciplinado que acude a clases todos los días con la puntualidad del sol que sale a la misma hora sin necesidad de “huatana” o del intihuatana ( traducido como reloj solar, pero que en realidad marcaba las horas luz, las que servían al habitante del ande antiguo a desarrollar sus actividades). El páramo de Pedro Páramo era Comala, el de Pedro el estudiante, es el frontis de su colegio. Terreno que semeja un yermo, dejado así, casi en el olvido, terreno en el que los árboles no han sido adecuadamente reemplazados, y que a veces hasta parece habitado por fantasmas.
Quien lo diría, esto sucede en un plantel con casi cinco mil alumnos, que, a falta de iniciativa de sus maestros, no acuden a regar esos arbolitos que padecen y siente la sed, frente al agua que corre a raudales bajo el cemento.
Se espera con ansiedad a que el Municipio Provincial de Huancayo, inicie la ejecución de obras de asfaltado en la cuadra 9 de la Avenida República de Uruguay, donde están ubicadas las puertas de entrada de los alumnos al plantel, para que se consolide un entrada digna de tiempos modernos.
Es un anhelo también, que el frontis del Colegio Santa Isabel cambie su fachada, que podamos ver allí un jardín botánico, con todo tipo de plantas y sus respectivas vereditas empedradas para recorrerlo, que se coloquen asientos con sus mesitas de ajedrez para beneplácito de los alumnos. Quisiéramos que se continúe con la remodelación de la verja perimetral, la que le daría una nueva perspectiva a nuestra Institución Educativa.
Podemos preguntarnos frente a este olvido donde laten esos corazones isabelinos, donde está esa explosión de isabelinitud que siempre nos embarga (con la misma intensidad del 19 de noviembre de cada año)
Consideremos necesario que los ex alumnos isabelinos, hagamos conjuntamente algunas coordinaciones a fin de impulsar una vasta cruzada y emprendamos estos cambios que (como muchos otros en el interior) se hacen sumamente urgentes y necesarios.
De modo que al acudir de visita al colegio ya no lleguemos al páramo de Pedro, sino al glorioso vergel isabelino, como debiera ser.Esta puede ser una manera de volver a cantar “juventud al compás de la nota…” y / o poner nueva nota al compás de la juventud… ¶ 6:09 PM
LA ISABELINITUD Y EL PARAMO DE PEDRO.
Es cierto, el personaje que da título a la novela de Juan Rulfo, es Pedro Páramo, pero la referencia acude por lo que significa el páramo por donde transita Pedro. Pedro es un alumno disciplinado que acude a clases todos los días con la puntualidad del sol que sale a la misma hora sin necesidad de “huatana” o del intihuatana ( traducido como reloj solar, pero que en realidad marcaba las horas luz, las que servían al habitante del ande antiguo a desarrollar sus actividades). El páramo de Pedro Páramo era Comala, el de Pedro el estudiante, es el frontis de su colegio. Terreno que semeja un yermo, dejado así, casi en el olvido, terreno en el que los árboles no han sido adecuadamente reemplazados, y que a veces hasta parece habitado por fantasmas.
Quien lo diría, esto sucede en un plantel con casi cinco mil alumnos, que, a falta de iniciativa de sus maestros, no acuden a regar esos arbolitos que padecen y siente la sed, frente al agua que corre a raudales bajo el cemento.
Se espera con ansiedad a que el Municipio Provincial de Huancayo, inicie la ejecución de obras de asfaltado en la cuadra 9 de la Avenida República de Uruguay, donde están ubicadas las puertas de entrada de los alumnos al plantel, para que se consolide un entrada digna de tiempos modernos.
Es un anhelo también, que el frontis del Colegio Santa Isabel cambie su fachada, que podamos ver allí un jardín botánico, con todo tipo de plantas y sus respectivas vereditas empedradas para recorrerlo, que se coloquen asientos con sus mesitas de ajedrez para beneplácito de los alumnos. Quisiéramos que se continúe con la remodelación de la verja perimetral, la que le daría una nueva perspectiva a nuestra Institución Educativa.
Podemos preguntarnos frente a este olvido donde laten esos corazones isabelinos, donde está esa explosión de isabelinitud que siempre nos embarga (con la misma intensidad del 19 de noviembre de cada año)
Consideremos necesario que los ex alumnos isabelinos, hagamos conjuntamente algunas coordinaciones a fin de impulsar una vasta cruzada y emprendamos estos cambios que (como muchos otros en el interior) se hacen sumamente urgentes y necesarios.
De modo que al acudir de visita al colegio ya no lleguemos al páramo de Pedro, sino al glorioso vergel isabelino, como debiera ser.Esta puede ser una manera de volver a cantar “juventud al compás de la nota…” y / o poner nueva nota al compás de la juventud… ¶ 6:09 PM
